martes, 15 de marzo de 2011

LA VITA E BELLA

    El pasado viernes, quedé a cenar en Tomate con Helena. Me pidió que le ayudara a organizar su despedida de soltera en Madrid. Quiere hacer una en Madrid y otra en Roma, con su nueva familia napolitana. Se la ve feliz. Radiante. Cuando se pasa página, por arte de magia, esa preciosa sonrisa de enamorada vuelve a tu cara.

    - Venga Rose, nadie mejor que tú, conoces los mejores sitios de Madrid. Yo estoy muy liada con el proyecto de decoración de una nueva discoteca en la calle Serrano. Me están volviendo loca con las putas camas balinesas. Que me digan claramente si la sala es un club de alterne...

    - Es mucha responsabilidad, pero lo intento. Jim me ha hablado de un sitio nuevo en la calle Toledo. Shokö o algo así. ¿Penes en la cabeza?¿Boys?.

    - ¡No!.¡Out, out, out! Quiero una fusión entre España e Italia. Algo divertido, como en Bienvenido al Sur.

    - Tendré que ver la peli.

    - No te estreses, tienes a disposición a todo mi equipo de ayudantes.Todo saldrá bien. Mi familia napolitana es muy divertida. Además son aristócratas con palacios en La Toscana. Jim y tú, vendreis en verano.

     A la semana siguiente, quedé con la asistente personal de Helena. Se llama Ohlalla, con h sonora, pero pudo llamarla Ohli, con h muda. Es rubia, de metro ochenta y pesa como cincuenta kilos. Se presentó en la cafetería con un minivestido de cuero negro y tacones de Jimmy Choo. Todos los hombres la miraban babeando mientras ella se contoneaba hasta mi mesa. Allí estaba yo, con mis vaqueros y mis converse. Me entraron ganas de ir al baño a vomitar el pincho de tortilla.

    Estuvimos un par de horas discutiedo sobre manteles de hilo, invitaciones y risottos. Por supuesto, ella intentó convencerme de que la pizza es vulgar.

    - Desde luego, para bebernos todos esos cosmopolitans, hay que tener la barriga llena. También debe haber vino de Chianti, arroz caldoso y cazuelitas de callos con garbanzos. La fusión es así.

    Ohli se quedó un poco horrorizada, pero a Helena le encantó la idea.

    - Ohli es un poco pija, pero es buena chica. Le diré que te compense con una tarde de compras. Estarás preciosa de Valentino para mi fiesta. Me estás haciendo un favor enorme. Es mi regalo de bodas.

    - No es nada. Por cierto, ¿qué es eso del comité de bienvenida?. Ohli me ha llamado esta mañana para mirar hoteles. Ah, ¿el regalo de bodas no te lo hago yo a tí?.

    - Sigo muy liada, mis cuñadas y primas políticas llegan dos días antes a Madrid. Necesito que hagais un plan de cuatro días para ellas. Son guapas, solteras y con ganas de marcha. No sé, Joy Eslava, flameco, tapas...¡ Por supuesto mi lista de bodas está en Beccara!.

    - ¡Helena por dios!, ¿desde cuándo no sales?¿desde el noventa y siete?. Todo eso es bastante hortera. Ohli y yo, hemos pensado alojarlas en el Room Mate Oscar y tomar copas en Chicote. También, llevarlas de compras a Ortega y Gasset y beber mojitos a las seis de la tarde. Ya reservé en La Broche para cenar. Pagas tú, no puedo permitirme ninguno de estos sitios y quería aprovechar para probarlos todos.

    - A mí, buscarme un spa para recuperarme de todo esto.

    Hace dos horas que llegaron a Madrid las italianas, y ya tengo la cabeza a punto de explotar. Imaginaos a diez mujeres gritando como locas en los probadores de Hermès. Nada mas recogerlas del aeropuerto, nos hemos ido a beber cerveza a las terrazas de Serrano. Van a arruinar a Helena en un día, no hacen mas que pedir jamón de Jabugo y botellas de Rioja. Menos mal que Eleonora, la hermana del novio, habla perfectamente español.

     - Rose cuore, mira que pañuelo de Hermès más bello. Te lo regalo, póntelo en la cabeza como Sofía Loren. Viola ha alquilado unas vespas para conocer la ciudad.


     - La verdad es que me dan miedo las motos...

     - No puede ser. Tú te montas conmigo, ahora toca cultura napolitana. Vamos a cenar en Piu de Prima esta noche.

     Nunca he pasado más miedo en mi vida, que con Eleonora conduciendo la moto. Volábamos por la Castellana mientras ella me explicaba por qué hablaba tan bien español.

     - Es una historia muy larga Rose. Fui molto tiempo amante de un político español muy importante. Me sacaba treinta años, yo tenía dieciocho. Estuve tan enamorada de él...

     - ¡No me digas!. ¿Qué pasó?.

     - Al principio tutto bene: vestidos, joyas y noches de pasión en el Palace. Despues de cinco años, el seguía sin dejar a su mujer y finito. Los hombres son unos porcos.

     - Lo siento Eli, no llores más por él y sobre todo mira hacia adelante.

     - Si claro, ya me olvidé de ése imbécil. Allora debe usar viagra...

     - No me refiero a eso, mira hacia adelante o nos estrellamos.

     Las dos reimos a carcajadas mientras el aire nos azotaba la cara. Fue un día muy divertido, esas mujeres me sacaban de quicio pero me hacían reir.

    - Helena, no te lo vas a creer, pero a una de tus cuñadas le han puesto una multa de trescientos euros por exceso de velocidad. Lo mejor es que el poli, se ha venido con nosotras a Piu de Prima. Ahora mismo se está pegando el lote con Eleonora. Creo que al final no habrá multa.

    - Son tremendas estas tías, no dejes que beban más lambrusco Rose. En una hora estoy ahí.


  - ¿Una hora?.Tengo a una tal Elisabetta vomitando en el baño porque debe ser la única italiana alérgica al parmesano. Por no hablar del pendón de Eleonora, dando el espectáculo con el policía. Y se me olvida lo mejor: dos de tus primas peleándose en Cavalli por el único bolso que quedaba de rebajas. ¡Como si no hubiera suficiente Cavalli en Nápoles, joder!. Tu novio viene de camino. No nos han echado del restaurante porque le conocen. Ohli está pagando la cuenta.

     - Rose lo siento mucho.

     - No te preocupes cuore, me lo estoy pasando genial. Me he bebido dos dry martinis y veo todo de color de rosa. Ni me importa que una de ellas, se haya quedado dormida sobre un plato de gnocchis.

      - Te estás volviendo una italiana en toda regla. Hago una cosa, te recojo en Piu de Prima y los más sobrios, nos vamos a tomar un gin tonic a De Diego. Llama a Jim y nos corremos una buena juerga.

      - No se si hay alguien sobrio aquí, salvo el policía, que está de servicio. ¿Nos llevamos al madero nena?.

      - ¡Claro bella!. Me he enamorado...

      Esa noche acabó siendo una de las más surrealistas de mi vida: Helena, Paolo, Ohli, Eleonora, el poli, Jim y yo. Bailamos salsa hasta las ocho de la mañana en el único sitio abierto que quedaba. Después de un café y tres chupitos de limoncello, el poli, llamado Alberto y natural de Cuenca, nos llevó a casa. Más tarde supe que Eleonora se lo llevó a una suite del Palace. Ya había superado su pena por el político, y podía hacer el amor con otro en el mismo sitio. Desde luego no hay que perder la espeanza: LA VITA E BELLA.

1 comentario:

  1. Rocío:

    He accedido a tu blog a través de Rosa Pereda a la que conocí hace algún tiempo. Sólo puedo decirte que es fantástico, ágil, divertido, loco, lleno de pinceladas de color, bien escrito, bueno, bueno, bueno... vamos que me ha alegrado esta tarde triste de agua nieve en la ciudad de Cuenca en la que vivo. Un beso, GEMA ORTEGA

    ResponderEliminar