miércoles, 2 de marzo de 2011

MI GRAN DILEMA OSCARS.

    Estoy sentada en un sofá blanco en el Círculo de Bellas Artes. Nos han invitado a la fiesta que Canal Plus organiza con motivo de los Oscars. Jim está en la barra pidiendo unos gin tonics y yo procedo a engullir todo canapé que cae en mis manos. Estamos aburridísimos, tanto en Madrid como en Los Angeles, se nota la falta de glamour en este año de crisis. Nada interesante salvo las brochetas de atún rojo con sésamo. Este año no se ha dejado caer mucha gente a la fiesta: ni rastro de directores ni actores triunfadores de los Goya. Eso sí, juventud televisiva sobraba.

     Aun queda una hora para que arranque la ceremonia. Confieso que no he visto ninguna de las películas nominadas, por eso me entretendré mirando los looks de la alfombra roja. Mientras tanto, examino a nuestras actrices patrias.

    -Siempre lo mismo Jim, todas vestidas igual. Negro, rojo y nude. Enseñando piernas sin medias y sobre  peep toes. Pero siempre hay una excepción. La joven actriz de Pasión de Gavilanes me ha sorprendido. Nos está haciendo un adelanto de tendencias para la primavera. ¡Y nadie se da cuenta!. ¿Dónde están los editores de moda de Vanity Fair?. Organizan esta fiesta y no se molestan en mirar.

    - Tu adicción a la moda me preocupa. No te relajas nunca amor.

    - No puedo. Traje impecable de Blumarine de color turquesa, taconazos de Jimmy Choo y bolso con aires parisinos. Lo último es combinar distintas gamas de azul en el mismo look. Mataría por ese vestido. La nueva colección de Blumarine es perfecta, alegre y rompedora. La ves y quieres que se adelante el verano.



    Empieza la alfombra roja. Olvidémonos de la elegancia de Meryl Sreep con camisa blanca y falda negra hasta los pies de Yves Saint Laurent. Ahora, las actrices americanasm, prefieren brillos que resalten su bronceado californiano. Maravillosos e incómodos vestidos de Marchesa o Elie Saab.Vera Wang mejor que se dedique sólo a llevarlas al altar. Aburrimiento total y poca elegancia. Menos mal que apareció Gwyneth Paltrow con su Calvin Klain dorado y volví asoñar con Hollywood.


    - No gracias, me va a salir el sushi por las orejas.Y el rojo valentino también. Sabe usted, nadie arriesga ya. Ni en los negocios ni en las fiestas. ¿Y Natalie Portman?. Después del maravilloso Victor&Rolf de los Globos de Oro, se presenta vestida de señora.


    - No conozco esa marca de whisky, le puedo traer un Macallan.

    - Va de Rodarte.

     - Ro...ése si que no queda. Seguro. No se equivoque, se que está hablando de moda. Estilista de día, camarero de noche. ¿Que me dice de las tetas de Pe?.


    - ¡Que vivan las curvas!.

    - Tome mi tarjeta. Por si alguna vez va a los Oscars. Escogería un precioso vestido azul de Blumarine.

    - Vaya acierto.

     Tras dos horas y cuatro gin tonics, meneé mi culo directo a la cama. Creo que el próximo año me molestaré en ver las películas. Por lo menos habrá algo interesante que contar.

    -¿Qué te pasa Jim?. No paras de toser.

    - Mientras tu montabas un debate sobre moda en la barra, yo me colaba en la terraza del Círculo a fumar. Aquello estaba más animado: Chapero Jackson, Rodrigo Cortés, Raul Arévalo...Todos pasando frío, hasta que nos echaron los guardias de seguridad. Coloquio cinematográfico a dos grados.


  Nuestra noche de cine, acabó en proceso gripal. No todo es glamour en los Oscars. Que se lo pregunten sino a Helena Boham Carter.

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