miércoles, 6 de julio de 2011

ORGULLO.

     No saldría a la calle con cuarenta grados a la sombra, si no fuera para asistir a la fiesta que Alain organiza en su show room de Gran Vía, con motivo del Orgullo Gay. Desde que traspasó su galería de arte para dedicarse al mundo del estilismo y la moda, no para de ganar dinero.

    - El arte murió con Andy Warhol. En cambio la moda está viva y todo el mundo quiere estar a la última. Te pones una camiseta de Andy Warhol para Pepe Jeans, y lo resucitas de una manera muy chic. Además la gente es tan hortera, que prefiere invertir en un Dior vintage antes que en un Miró.



    - Me alegro Alain, menuda terraza tienes, perfecta para ver pasar todo el desfile.

    - No, perfectos son tus gin tonics. Anda mona, prepárame uno de esos de pepino. Ah, y dile a Piti que se saque el palo del culo que los gays no mordemos.

    - Es que no la puedo sacar de la calle Serrano Alain. A ver si se suelta un poco con I will survive.

    Este año, nuestro Giuliani cañí, a prohibido la música en las calles de Chueca. Sólo podrás bailar si te pones unos cascos inalámbricos. Madrid cada vez se parece más a Nueva York: no puedes fumar, no puedes escuchar música alta, no puedes beber en la calle...Ohli está indignada, los cascos son muy anti estéticos y no iban nada bien con su traje de diosa griega de Versace. Vintage. De la época de Gianni. No creo que Ohli sepa ni quien es Miró.

     A la hora del desfile, el calor ya era insoportable y todos calmábamos la sed con gin tonics, vodkatinis y caipiroskas. Alain había contratado los servicios de un barman de Chicote. Ohli, Piti y yo, nos asomamos a la terraza a contemplar las carrozas.

    - Le he dicho a mi marido que me iba de rebajas, ni se imagina que estoy aquí.

    - De verdad Piti, dile a Rodrigo que abra un poco la mente.

    - ¡ Mirad esa carroza!. La de la revista Zero. Está llena de modelos de pasarela.

    - ¿Cómo lo sabes Ohli?.

    - Los conozco a casi todos. Lo que no sabía es que habían invitado al nuevo modelo de Dolce & Gabanna. Es un italiano guapísimo que estaba en la boda de Helena.

    - Si me suena, lo pillé en el baño de señoras rizándose las pestañas con una cuchara.

    - ¡Dónde va a parar!. Mucho mejor que con un rizador de Mac.

    De repente, el adonis italiano empezó a ponerse blanco y a hacer señales con la mano a sus amigos.Todos estaban tan ebrios que nadie le hacía caso. Se sujetaba el estómago con muecas de dolor.

    - ¡ Dios mío, Dolce & Gabanna tiene retortijones!. Ohli, baja y dile que se venga a casa de Alain. El pobre lo debe estar pasando fatal. ¡ Por Dios, lleva unos pantalones blancos ajustados...!






    A los diez minutos, Fabricio Rodari, estaba en el baño de diseño de Alain. Salío radiante de felicidad y perfumado con Angel de Thierry Mugler. Alain tiene un frasco enorme con dispensador para que todos sus invitados huelan a pasteles.

    - Helena tiene como amigas a unas excelentes personas. Me habeis salvado el culo, nunca mejor dicho.

     Las tres reimos a carcajadas imaginándonos las fotos del modelo de Dolce & Gabanna haciendo el ridículo en el Orgullo Gay de Madrid. Por supuesto Fabricio se quedó en nuestra fiesta bebiendo mojitos. No quería saber nada del resto de modelos que hacía unas horas no le habían ayudado. No sé si al final mi amigo Alain, ha hecho bien cambiando el arte por el desalmado mundo de la moda...

viernes, 24 de junio de 2011

BRONCEADO CERDEÑA

    No hay nada mejor que lucir bronceado en Madrid, cuando  la gente se apaña con las cabinas de tanning del Chi Spa o sentándose en una terraza a la hora del almuerzo. Hace cinco días que volví de la boda en Cerdeña de mi amiga Helena, y aun consevo el bello color de la isla en mi piel. Cuando mis clientas me preguntan por mi bronceado, las animo a pasar un fin de semana en Allghero. Seguro que les sale más barato que el falso bronceado en Chi Spa o Maribel Yébenes.

    Jim y yo decidimos gastar el dinero en cosas tan importantes como las maravillosas camas balinesas del club de playa del hotel, o en la caldereta de langosta del mejor restaurante de Cerdeña. Por eso, volamos en low cost, a pesar de la cara de espanto que puso Piti cuando se lo conté.

    - No puedes llegar a la mansión de Briatore en un charter. Además, en Alitalia, te regalan un pañuelo de Gucci si viajas en primera. El jet privado de Paolo, está al completo con la familia de Helena.

    - Tu no aprendes Piti. Gástate mil euros por dos horas en primera y usa el gucci cuando llores por arruinarte de nuevo. Por cierto, nunca me gustaron los motivos ecuestres de esos pañuelos.

    Al final, Piti entró en razón y viajó con nosotros en Easyjet. Me pidió que no se lo contara a nadie, su marido quería cerrar algún negocio con Briatore. Cuando se bajó del avión, aun le temblaban las piernas recordando la bolsita de cacahuetes fritos que le habían dado de desayuno.




   - Gracias Rose por convencerme. Rodrigo y yo, hemos podido reservar una suite en el Colonna Pevero. Es muy chic. En el baño hay una cesta con productos de La Mer y un frasco de la edición limitada de los perfumes de Armani. Mucho mejor que ese coñazo de pañuelo de Gucci.

    Piti, desde luego, no tiene remedio. Sobre todo cuando se presentó en la boda con un espectacular Armani Privee. Los destellos de su vestido, ensombrecieron mi Alberta Ferretti. Ohli me lo había prestado de su show room. Tuve que estar una semana entera comiendo pomelos. Casi acabo con una úlcera de estómago, pero entré en el vestido. De verdad, nunca comprenderé a las flacas.



    Por fin, apareció Helena de la mano de su padre. Iba preciosa con su vestido de Armani hecho en exclusiva por el mismo Giorgio. El, estaba sentado en primera fila admirando su creación y compitiendo en bronceado con Valentino y Cavalli. No podía haber más famosos por metro cuadrado. Casi piso a Lady Beckham en el baño. Y casi me desmayo cuando George Clooney, me pasó un canapé de cigala glaseada en el cóctel.

    La boda estaba siendo un éxito: Rodrigo consiguió algo con Briatore. Yo me quedé alucinada con las tetas perfectas de su mujer Elisabetta. Y Jim, claro. Ohli ligó con un francés muy guapo que  prometió enseñarle la Toscana y que al día siguiente, ya había desaparecido de su cama antes del desayuno. Y Piti...en fin, consiguió que Clooney le explicara el mecanismo de la cafetera Nespresso, ante la mirada atónita de Helena y Paolo. Pero no contenta con eso, se integró totalamente en el grupo de los diseñadores de moda bronceados, y se pasó toda la noche bebiendo mojitos de tequila con ellos. Estaba aburrida porque su marido no paraba de hablar con los magnates italianos.

    Al amanecer,  Jim y yo aun estábamos en la playa en plan romántico. Descalzos, y vestidos de etiqueta, pareciamos un anuncio de Dolce & Gabanna rodado en Capri. A lo lejos, Rodrigo sujetaba el pelo de Piti para ayudarla a vomitar el tequila. A la pobre le esperaban dos horas de vuelo low  cost  de vuelta a Madrid. De vuelta a la realidad.

miércoles, 8 de junio de 2011

NUNCA MANCHES UN CHANEL.

    No os vais a creer de donde salía aquella mañana a primera hora. Acababa de vivir la situación más surrealista de mi vida, mi primer y único juicio contra mi persona. Resulta que la señora de Suárez, residente en la calle Diego de León, me había demandado por mancharle un traje de vino francés.

    Todo empezó hace  mes y medio en la fiesta de presentación de la nueva colección de relojes Breitling. A los diez minutos del comienzo del evento, ya me habían servido una copa de borgoña y estaba colocada estratégicamente en la mejor esquina y sobre mis preciosos jimmy choos. Era una fiesta más, con la misma gente de siempre y claro que me fijé en esa señora vestida maravillosamente de Chanel: perfecto conjunto de dos piezas en rosa pastel, colección primavera/verano de 2011. Iba impecable. La más elegante, después de mi perfecto vestido rojo de Pedro del Hierro.


    El vino era delicioso y mi marido sonreía a mi lado, guapísimo con un smoking de Tom Ford. De repente, noté que se me doblaban las rodillas, cuando vi que Brad Pitt entraba por la puerta seguido de una nube de fotógrafos. Por lo visto, era la nueva imagen de la firma. A Angelina, la verdad, ni la miré. Todo sucedió a cámara lenta: la mirada cristalina de Brad, su perfecta sonrisa, el efecto del vino, los empujones de los fotógrafos y mi reserva del noventa y cinco sobre la señora de Suárez. Lo que siguió después os lo podeis imaginar. Gritos, amenaza de demanda y pérdida total de la elegancia. Aún así, nos quedamos disfrutando de la fiesta y del cóctel, pensando que no pasaría nada con el chanel puñetero.

    Mes y medio después, aquí estamos Rachel y yo, desayunando croasanes en Plaza Castilla.

    - Hemos triunfado Rachel, aún no me puedo creer que tus dos años de derecho, y tu look a lo Reese  Witherspoon en Una rubia muy legal, me hayan salvado de pagar tres mil euros.

      Rachel estaba preciosa con su melena rubia suelta y su traje de raya diplomática de Celine.Yo me había decantado por un vestido camisero de Carolina Herrera que Piti me había prestado para el juicio.



      - Tu estrategia de que el rosa pastel no es adecuado para una fiesta a partir de las diez de la noche, y de que Brad Pitt  alteró a los presentes, ha sido un éxito. Eso junto al color rubí intenso del borgoña del noventa y cinco, nada extraible de un buen crepé de seda, y por lo tanto un desacierto. Paga el seguro del catering.

      - Me encanta Reese, me voy a proponer acabar la carrera Rose. Gracias a tí.

      - Pero antes de nada, brindemos por Chanel y su acierto con los colores pastel en todas sus modalidades.

      - Incluido el cáscara de huevo.

jueves, 2 de junio de 2011

I LOVE MILAN

     Estamos en Milán. Cuatro mujeres solas, alojadas en un ático en Vía Montenapoleone. Después de un fabuloso desayuno en la terraza con vistas al Duomo, he distraido a las chicas y me he inventado una excusa. Desde que supe que viajábamos a Milán, sueño con el momento de posar mis tacones en el suelo de mármol de Prada Milano. La exclusiva tienda de moda abrió sus puertas en 1913 y por allí ha pasado desde Sofía Loren, a  Jackie Kennedy. Creo que con Onassis de apellido también.


     Tenía el tiempo justo antes de ir al atellier de Armani. Helena tenía la prueba de su vestido de novia a las once, debía estar a su lado porque al otro iba a estar Flavia, la madre de Paolo. Como me empeñé en calzarme mis jimmy choos de doce centímetros, y no quise coger un taxi hasta la tienda, se me hizo un poco tarde. Pero por fin estaba dentro de la historia de la moda, dentro de Prada Milano. En las mismísimas entrañas de Miuccia Prada.

      Estaba sentada en un precioso sofá de terciopelo rojo, calculando el número de plazos mensuales necesarios para pagar unos zapatos, cuando noté que una dependienta fijaba su mirada en mi nuca.

      - Sólo estaba mirando, llevo un mes enamorada de estos tacones de piel trenzada. Pero mejor me da la dirección de Miu Miu. A ver si me llega para unas bailarinas.

       - No señora, no era eso. Mire lo que quiera. Desde que entró, me he fijado en su vestido, es de nuestra colección de este verano. Pero algo distinto...


  
 
       - Pero nada, es de Zara. Supongo que en Italia a Amancio no le dejan vender sus imitaciones. Es mono, ¿verdad?. Cincuenta euros en Madrid.

        Salí de la tienda tarde, con mis zapatos de Prada en las manos y con un encargo de quince vestidos de Zara. Las pobres dependientas tienen unos sueldos bajísimos. Ni con el descuento como empleadas, suelen comprarse nada. A cambio del pedido, me dejaron los zapatos a precio de cliente vip. En Italia todo funciona así. Por supuesto, llegué media hora tarde a Armani.


       - ¿Dónde coño estabas?. Tienes el móvil sin batería. Giorgio está de los nervios. Tiene una sesión de fotos  con Victoria Beckham  en dos horas. ¡Ah, dios mío, has estado en Prada!. Nos dijistes que ibas al Duomo y te has ido de tiendas. Flavia está furiosa, así que lo tenemos difícil...

        - No es mi culpa, es el cuero italiano. Yo iba al Duomo...

        - Claro Helena, Prada es irresistible. Mira el trenzado de la piel.

         Giorgio nos pasó a un salón privado de decoración minimalista. Nos sirvieron café latte y esperamos a que saliera Helena con el vestido. Flavia ni nos miró. Estaba muy enfadada conmigo. En ese momento, hice el sacrificio mas horrible que he hecho por nadie. Valoré mi amistad con Helena y le regalé mis pradas a Flavia. Le conté que me había retrasado, porque buscaba un regalo inolvidable para la madrina. No sufría tanto por la moda, desde que descubrí atónita, que se volvían a llevar los zuecos con tacón.

         - Rose, cara. ¡Llevo semanas detrás de esa tacaña de Miuccia!. Prometió regalarme unos y sigo esperando.

          - La verdad, es que esta chica, no se estira mucho Flavia. Helena me lo contó todo y esta mañana salí corriendo a Prada.
 
       Los siguientes días en Milán fueron maravillosos. Helena y su suegra estuvieron todo el tiempo de compras y en los mejores centros de estética de la ciudad. A Flavia le pareció genial la idea de la boda en la playa y horroroso que compraran una casa en La Moraleja. Nos invitó a cenar en los mejores sitios y fuimos a un desfile de Valentino. No compré en Prada pero conocí a Armani y a Valentino. ¿Qué más puedo pedir?. Quizás que Helena me devuelva mis zapatos de Prada.
           

         


                                                                                                                                  

miércoles, 25 de mayo de 2011

HELP ME GIORGIO!

      Esta mañana mi amiga Helena me llamó histérica, acababa de tener su primera discusión con Paolo, su prometido.

      - Joder Rose, a un mes de mi boda, Paolo me suelta que prefiere vivir en una casa de La Moraleja que ha estado mirando. De repente, ya no le parece tan bonito y romántico mi piccolo ático en el Retiro. Que él, debe vivir en un sitio amplio, donde no se axfisie y pueda jugar al golf.

      - ¿Pero Paolo juega al golf?.

      -  Eso mismo le dije yo. Resulta que ese hombre sexy y salvaje del que me enamoré, se quiere ir a vivir a treinta quilómetros de Madrid para jugar al golf. ¿Qué pinto yo a treinta quilómetros de Chanel?. Me veo allí sola, aburrida y paseando a un yorshire metido en un horrible bolso de Louis Vuitton.

      - ¡Qué horror!. Uno de esos con el logotipo por todos lados, dando vueltas por la urbanización porque no encuentras un bar donde tomarte un vodkatini.


       - No te rías de mi.

       - Ves, lo bueno de no tener mucho dinero es que me tengo que decidir por un apartamento en Chamberí o en Malasaña. En el mejor de los casos.

        - Malasaña....volvería a esa época con los ojos cerrados. Cuando viviamos en esa buhardilla tan mona de la calle La Palma.

         - Lo recuerdo, salías con un diseñador gráfico con el pelo verde. Estabais todo el día de fiesta y os poníais hasta las trancas de...

         - Baja la voz Rose, ahora soy la mejor arquitecta de interiores de Madrid  y estoy prometida con un magnate italiano. Debería ser la mujer más feliz del mundo, Giorgio Armani está haciendo mi traje de novia. Cada vez que voy a su atelier de Milán, he adelgazado dos kilos. No puedo más, voy a acabar deprimida.
     
   - Una mujer no se deprime si Giorgio posa sus manos sobre ella para diseñarle un vestido en exclusiva.


          - Pues yo sí, me da igual Giorgio y su perfecta sonrisa blanca, su bronceado y su casa en el lago Como. Me da igual la boda en Cerdeña, Islas Mauricio y conocer a George Clooney. ¡Yo solo quiero ser feliz con mi marido, irme de copas con mis amigas y vivir en mi puto ático!. Si tuviera  su número de teléfono, llamaría al diseñador gráfico y me iría con él a Ibiza. A tomar speed, ácidos o lo que sea.

         - Helena, el speed ya no se lleva. Ahora mismo te vienes a mi casa y convoco una reunión con las chicas.

           Desde luego, aquella era una reunión de urgencia. Las chicas se presentaron en mi casa en treinta minutos. Piti trajo vodka, Ohli Malboro Light y Helena un par de ojeras.

          - Yo por un armani me caso aunque dure dos meses el matrimonio.

          - Piti, eres una frívola.

          - Es fácil insultar cuando conoces a George Clooney y tienes una casa en Como bonita. Vete a La Moraleja y deja de dar pena.

           - No es sólo eso Piti. Creo que lo que enamoró a Paolo de mí, ya no es suficiente. Ya no ve chic la boda en la playa, su madre le ha convencido para casarse en una iglesia de Alghero. Quiere ver a su supuesto hijo católico, casarse como Dio manda.

          - No contradigas a una mamma italiana nunca, o una cabeza de caballo aparecerá en tu cama.

          - No me asustes Ohli, estoy muy estresada. Dadme vodka. Sólo con hielo.

          - Pero Paolo y tú os amais, tienes que ir a Italia y dejarle las cosas claras a tu suegra.

          - ¡Qué buena idea  Rose, vámonos todas a Milán este fin de semana!. Ayudamos a Helena con lo de su suegra y nos vamos de compras a Gucci.

           - Claro, paga Piti.Vuelo, hotel y compras en la galería Vittorio Emanuele.

           - No hace falta, nos quedamos en el piso de Paolo en Vía Montenapoleone. Os necesito chicas, mi madre está muy ocupada en Marbella con su último ligue. Es una especie de Donald Trump ruso.

            Dos días después, allí estábamos, cuatro mujeres dirigiendo sus pasos al vuelo en business class a Milán. Vestidas para matar. Tacones de doce centímetros, ropa de Gucci y unos perfectos moños italianos.




             - Giorgio, allá vamos. Help us.

lunes, 16 de mayo de 2011

QUE ME DEDIQUEN UN BOLSO.

     A lo largo de la historia de la moda, los diseñadores han inspirado sus creaciones, en mujeres que, por una razón u otra, han acabado siendo auténticos iconos. Modelos, actrices e incluso reinas europeas. El sábado había quedado con Ohli para echar un vistazo a las nuevas tendencias. Te das un paseo por Ortega y Gasset, y acabas comprando la copia en Zara. Tomando un capuccino en  Le pain Quotidien, me empezó a explicar la obsesión, en los años sesenta, por diseñar un bolso con el nombre de la famosa de turno.

    - Me vas a decir que ahora Loewe, debería comercializar un bolso llamado Belén Esteban.

    - Bueno, ella como Jane Birkin, fue portada de las revistas por compartir su vida con un famoso feo.


    - ¿Estás comparando a Jesulín con Serge Gainsbourg?. El cantaba "Toa, Toa" y Serge "Je t'aime moi non plus". La canción más erótica y sensual del mundo, llena de orgasmos y gemidos...Estás loca Ohli.

    - Nada de eso, si Loewe se sacara el palo del culo y creara un bolso Belén Estaban, se vendería como churros. Los iconos de la moda han evolucionado.

    - Dirás involucionado, de Chanel a Bershka. Come algo Ohli, tu cerebro necesita azúcar.

    - Estoy en la operación bikini Rose. ¿Y qué me dices de un bolso Letizia, como el modelo Kelly de Hermès?. Grace era monísima.

     - ¿Monísima?. Era la mujer más guapa y elegante . Nuestra princesa comete algún error fashionista, Grace era perfecta.


     - Y aunque tarde, Lancel ha diseñado el bolso Brigitte Bardot. Lo quiero en todos los colores. La canción de Serge era para ella en un principio, pero como la pobre BB era un poco recatada en el año sesenta y nueve, la cantó Jane Birkin. ¿Las vegetarianas tienen orgasmos?. Como me oiga alguna...


    - Joder Rose, porque no engullamos solomillos al cabrales como tú, no significa que no disfrutemos en la cama. BB es preciosa también.

    - No te enfades Ohli, es pura envidia. Mataría por tus muslos. Anda cariño, vámonos a Zara a pillar un falso Marc Jacobs que he visto por internet.

    - Por cierto, dejando a la Esteban a un lado. ¿Cuál sería la nueva musa para un bolso?.

    - Yo por supuesto, mujer guapa, inteligente y trabajadora. Pero como no me conoce nadie, un híbrido entre Penélope Cruz, Kate Moss y Carla Bruni...

    - ¡Eso, un bolso para nosotras!. Somos las mejores Rose. Te dejo que me invites a una pizza.

    - Después de Jacobs bonita. La moda no espera.

sábado, 7 de mayo de 2011

AMO A KATE. ODIO A KATE.



      Quiero a Kate, odio a Kate. Me debatía en esta cuestión, mientras apuraba mi gin tonic de
 Hendrick´s con una rodajita de pepino. Las chicas al completo, habiamos quedado en el  Bristol a las ocho de la tarde del viernes veitinueve de abril. En este maravilloso bar inglés de la calle Almirante, retrasmitían la boda de Kate y Guillermo de principio a fin. Yo había tenido una semana repleta de trabajo en la clínica, gracias a una oferta que habiamos puesto en Internet. Estaba exausta tras dar veinte masajes con lavanda deluxe en cuatro días.


    - Anímate Rose, Willy ya está entrando en la abadía. ¡Qué guapo va!.

    - Hombre guapo, guapo…Desde hace un par de años, este chico se me va pareciendo más a su padre. Calvicie incluida.

    - No seas asi, desde que pusiste esa oferta, no hay quien te aguante. Toma prueba esta ginebra, es francesa. Y cómete un sándwich de remolaha y foie. Son los preferidos de Henry.

    - Madre mía Helena, que puesta estás en la familia real inglesa.

    - Mi prometido conoce al padre de Kate. Tiene una empresa de eventos y ha contratado sus servicios en Londres.

    - ¿A si?, pues cuéntalo todo ahora mismo perra.
  
    Aquello se convirtió en un interrogatorio en toda regla. Piti, Ohli, Beatrice y yo, acorralamos a nuestra amiga vilmente. Ahora me estaba empezando a divertir de verdad.

    - Diseñador del vestido.

    - Alexander…Mcqueen. Bueno su sucesora. Aire clásico y sencillo con encajes y bordados.

    Todas nos quedamos estupefactas cuando Kate se bajó del coche con su maravilloso traje de corte princesa. Era cierto que Paolo conocia al señor Middleton. Ya nos imaginábamos en Cerdeña, compartiendo yate con la pareja de recién casados. Con urgencia, tenía que renovar mis bikinis y pareos  para este verano.

    - Era un secreto a voces entre las estilistas. Yo misma te lo comenté la semana pasada.

    - Adios yate…Me voy a por otro gin tonic.

    - Lista de horrores estilísticos. No valen los tocados de las hijas de Sara Ferguson.

    - El horroroso vestido amarillo chillón de la reina Isabel.

    - Peor aún, su bolso rígido de charol blanco con dos asas.

    - El look opusino de la novia de Alberto de Mónaco.

     - El sombrero de Letizia a juego con un vestido más propio para un día de campo con picnic incluido.

    -  El estilismo de la mujer del primer ministro. Con esa melena al aire.

    - Que Pippa desbanque a la propia novia. Va preciosa.

    - Dicen que hay rumor de embarazo en la realeza sueca. Yo creo que el vestido de victoria, necesita una talla más.


     - ¿Y la reina Margarita de Dinamarca?. Agatha Ruiz de la Prada se declara fan total.

    La verdad es que me empezaba a encontrar mejor poco a poco. Las risas y las copas hacían su efecto.


    - Número uno idiscutible, Marie Chantal Miller. Chanel es un valor seguro.

    - Si, pero Victoria Beckam, arriesga más con sus louboutin de casi veinte centímetros.

    - Claro, si te caes con esos tacones y te recoge David, todo es más fácil. Está cada vez más bueno este chico.

    - Callad, que llega el beso en el balcón. ¡Qué romántico!.

    - Lo que no entiendo, es como con tanto dinero, organizan un banquete para que la gente coma de pie. Tanto glamur y zampan canapés con las manos. Helena, espero que tu boda sea mejor que ésta. Si no, me planto unas cuñas de Castañer en plan cómodo.

      - Por supuesto Piti, mesas con velas en la playa. Podreis ir descalzas. Es ideal.

    - ¿Y para qué coño me he arruinado yo en Dior?. Mañana devuelvo los peep toes, aunque me los puse unas horas para un cóctel.

    - Limpia las suelas con unas toallitas de bebé. Mano de santo.

    - Yo ya no hago esas cosas Ohli. Por cierto, somos unas frívolas, estamos aqui bebiendo gin tonics a las doce de la mañana. ¿No trabajáis hoy?.


    - Me he tomado el día libre. He cerrado la clínica por asuntos familiares, reales...


    - Más que frívolas, alcohólicas.


    Definitivamente, amo a Kate Middleton, su boda me está sentando genial. Risas, etilismo y descanso en un día laborable. No se puede pedir más. Por cierto, mi conclusión final de esta boda:



    - AAAARRRRRRRRGG.

miércoles, 27 de abril de 2011

SEXO, DROGAS Y CAROLINA HERRERA.

    Tengo contracturas musculares en mi espalda y sólo estamos a miércoles. Hacía tiempo que no venía estresada de un viaje desde que fuimos a Egipto, y me pasé todo el crucero por el Nilo con gastroenteritis. Ni pude estrenar mi maravillosa sahariana de Yves Saint Laurent.

    Esta Semana Santa en Marbella, ha transcurrido llena de sobresaltos. Jim y yo sólo pensábamos en descansar aunque lloviera. Sin embargo, nos hemos pasado cuatro días intentando mediar entre Piti y su marido. Todo empezó un día antes de la fiesta en su jardín. La fuerza del granizo destrozó la carpa y el catering, según Rodrigo, no era lo suficiente para su grupo de influyentes amigos. Por más que Piti le explicaba que la comida asiática era lo último, él seguía pidiendo jamón de jabugo y gamba de Huelva. El colmo fue cuando Rodrigo nos pilló fumándonos un porro en el baño del servicio en plena fiesta.

    - ¡Es sólo para relajarme un poco Rodri!. Esta marihuana es genial, no seas carca cariño.

     Después del incidente, estuvieron el resto de las vacaciones como el perro y el gato. De nada sirvió que Piti se tirara todo el día cocinando los platos preferidos de su marido. Por eso, cuando ella se presentó en mi clínica, con una bolsa de La Perla y una sonrisa de oreja a oreja, pensé que el coito de reconciliación se había producido con éxito o estaba en camino. Nada más lejos de la realidad.

    -¿No me notas nada Rose?.

    - Sí claro, vienes radiante. ¿Una noche movidita?. ¿Te has comprado algo de La Perla?. Me encanta la nueva colección.



    - Pues eso espero, moverme esta tarde en una suite del Villamagna. ¿Vienes conmigo a Jimmy Choo?. Necesito unos tacones de aguja urgéntemente. Te invito a un coffe.

    - Joder, pensé que a Rodrigo no le iba lo dominatrix.

    - No es para él pava...

     Casi me caigo de culo cuando Piti me cuenta que existe una web de contactos sólo para gente casada o con pareja. Su lema es: "Renueva la pasión, ten una aventura. Cien por cien confidencialidad". Se llama Victoria Milán. Tiene nombre de madame de puticlub fino.


     - Estás loca de remate. Yo jamás sería capaz de algo así.

     - Este es el mejor invento para no divorciarte antes de los cuarenta. Después de lo de Marbella, he comprendido que la rutina está arruinando mi matrimonio. Rodri no avanza, así que avanzo yo. Mira, me he puesto botox. No se la edad de Paolo, así que por si acaso...

     - ¡Por Dios Pituca, ni se te ocurra!. Existen soluciones.

     - No existen. Lo hemos probado todo: París, cama sutra, viagra, tríos...y no grites en Jimmy Choo. Nos conocen.

     - No me vaciles tía. Ahora que las cosas os van bien. Eres una frívola. Me voy, te dejo aquí. Ya veo en tu frente la letra escarlata.

     A los dos días sin cogerle el teléfono a Piti, se presentó en la clínica vestida con un precioso traje de chaqueta de Carolina Herrera.

        - ¿Qué tal señora de Suárez?. ¿Quiere una cita con mi nuevo masajista brasileño de veiticinco años?.

        - No me riñas Rose. Traigo buenas noticias. Cuando llegué a mi cita sexual, resultó que Paolo era Paola. Salí del Villamagna corriendo y me metí en el Corte Inglés de Serrano a recuperar el aliento.

         - Y a comprarte ese traje seguro.

         - No fui yo, fue Rodrigo. Allí estaba el pobre en Tous. Eligiéndome unos brillantes para la reconciliación. Cuando le vi allí de pie, con su barriguita y sus canas y hecho un lío con la dependienta... Me volví a enamorar de él como el primer día. Nos tiramos toda la tarde de compras Rose.

          - Bonito final el de tu affaire, acabasteis locos de amor en Carolina Herrera.

          - En el fondo me estaba poniendo a prueba a mi misma, jamás hubiera sido capaz. Además, usamos el conjunto guarrete de La Perla.

          Y así acabó la última semana de abril. No se lo dije a Piti, pero sospeché por un momento que tal vez, esos diamantes de Tous, podrían haber ido a parar al cuello de alguna jovencita de Victoria Milán.
   

martes, 19 de abril de 2011

NO ME ESCAPO DE LA LLUVIA.

     Después de quince días de sol y calor, una borrasca traicionera quiere fastidiar mis planes de Semana Santa en Marbella. No hay nada más triste que quitar bikinis de Jordi Labanda de mi maleta, para meter cardigans y gabardinas. Aunque me sentí bastante mal cuando se agotó la cuarenta y dos de un vestido navy de Mango. De todas formas no se necesita nada navy si no se puede salir a navegar desde Puerto Banús.

    - Si quieres le digo a mi productor que no vamos. Casi me alegro. No me puedo creer que después de diez años juntos, me hayas regalado unos zapatos náuticos para ir a Marbella.

    - Pero si son de Pzero, la línea de moda de neumáticos Pirelli. Me he vuelto loca para encontrarlos. Puro diseño italiano Jim.

    - Pirelli..., tunnig para pijos. No gracias, con lo que te habrán costado, prefiero que los cambies por una cena con mariscada en Marbella.

    - Sí, mientras nos caen chuzos. He tenido que cambiar mis bailarinas por unos tacones de caucho. Aunque llueva, estaré monísima con mis pzeros. 




     - Dile a Charly que vamos. Después de trabajar me pasaré por casa de Piti a husmear en su armario de de nuevo nueva rica.

     Es increíble, yo me mato a trabajar diez horas en la clínica, y tengo que pagar unos zapatos a plazos. En cambio el marido de Piti, sólo ha necesitado cuatro meses para recuperarse de su crisis financiera. Esta mañana, vi a Piti y a Ohli entrando en Chanel y Burberry. Ha vuelto a llenar su guardarropa de nuevas tendencias luxury.

     Cuando llegué a su casa, Piti me recibió con una maravillosa túnica de Missoni vintage. La pobre, la acababa de sacar de la casa de empeños. Me puso una copa de champagne rosado y me acompañó a su vestidor.

     - Un trato es un trato. Los náuticos de Pzero para tu marido, a cambio de la cesión de tu ropa durante un mes.

     - ¿Cómo los has conseguido?, llevo dos meses buscándolos. ¿Y cómo es que tú conoces esta marca?. Es súper exclusiva.

     - Bonita túnica, hacía cuatro meses que no te la veía puesta.

     Tras dos horas sumergida en su armario, me hice con una chaqueta de tweed de Chanel verde lima, varios vestidos de fiesta de Cavalli y unas boltas altas de Jimmy Choo. Ni rastro de Burberry.

     - Estás abusando un poco Rose...

     - No me tires de la lengua Pituca. Te ví con Ohli por Ortega y Gasset. Me contó lo del nuevo trench de Burberry con mangas en napa negra. Me vendrá genial para la humedad de Marbella.

 
     - No sé de que me hablas.

     - Apárte y lo busco yo misma. Eso o me llevo los náuticos de tu marido. Ni Ohli sabe donde se venden.

     - ¡Traidora!. Está bien...es lo último que te presto. He de reconocer que lo escondí. Lo tenía reservado para ir a los toros.

      - Soborné a Ohli con uno de mis masajes de lavanda deluxe. Lo de ser estilista le estresa mucho.

      - ¡Perra!. Para que veas que no soy rencorosa, te invito a un dry martini ahora mismo. Por cierto, cuando llegues a Marbella, llámame. El Viernes Santo, doy una cena en casa. Hay que celebrar que recuperamos mi chalé.

      - Estamos en casa de Charly, no se sí los productores musicales son muy bohemios para Rodrigo.

      - Venga Rose cambia la cara. Claro que te iba a contar lo del burberry. Mi marido estará encantado de que vengáis.

       Aunque tengamos nuestras peleas, Piti es una de mis mejores amigas. Debajo de su missoni, tiene un corazón enorme, y me alegro mucho de que sus problemas económicos se solucionen. Ya os contaré mis vacaciones en Marbella, espero que los meteorólogos se equivoquen y brille el sol. Feliz Semana Santa a todos.

viernes, 15 de abril de 2011

LOS VAQUEROS DE PE...


  Tras cuatro años de esclavitud intentando entrar en unos vaqueros, los gurús de la moda han dedicido que vuelven los setentas. Las mujeres de esa época, decidieron liberarse de las opresiones: maridos, sujetadores, corsés...Se pusieron sus pantalones de pata de elefante y salieron al mundo a vivir mientras escuchaban a Janis Joplin. Nosotras en cambio, hemos decidido volver a la opresión en forma de jeans pitillo. Vaqueros que te cortan la respiración y sólo entran, si te embadurnas con polvos de talco. De tanto ver a Kate Moss con sus pitillos, me convencí a mi misma de que a mí también me quedarían bien...

    - Joder Rachel, me encantan tus vaqueros.

    - Son de SOS, la nueva marca de moda. Me gasté ciento cincuenta euros, pero mi chico no sabe nada...

    - ¿Qué tal estos?, tengo contracturas sólo de subírmelos coño.

    - Si te soy sincera, no te favorecen nada Rose. Le diré a la dependienta que nos saque otros.

    La dependienta de Ekseption, se acercó al probador con un modelo de MIH Jeans. Alta, rubia, pelo engominado, cincuenta quilos y vestido lencero de Dsquared. Sus tacones de doce centímetros, resonaban en toda la tienda. Mientras venía hacia mí, con esa suerte de pantalones campana de corte impecable, parecía enfadada por haber encontrado una cuarenta y dos que me sirviera. Se acabó su reinado, ahora toca el mío: curvas, pechos grandes y vaqueros de corte femenino.

      - Ponte tus pitillos mientras puedas Rachel. Mira que bien me quedan estos. ¡Y puedo respirar!. Dile a la doble de Kate Moss, que me los llevo a pesar del precio.

     Tras el shopping, nos tomamos una copa de cava en Isolee. Después de todo, hay que agradecer a Penélope Cruz un montón de cosas: las curvas femeninas, los vestidos ceñidos aunque tus tetas rebosen por el escote, el look más Sofía Loren y menos Audrey Hepburn y en definitiva, el destierro de los vaqueros pitillos y la vuelta de la ropa que se atiene al cuerpo de una mujer mas normal.

     Pe, tú en el fondo eres de las nuestras, chicas que sueñan con el éxito pero que no renuncian a los placeres de la vida. Yo tampoco dejaría un pincho de tortilla y una caña por entrar en unos vaqueros. Por cierto, tu sustituta amorosa Katie Holmes, también lleva mis MIH Jeans. Aunque yo tampoco dejaría a Javier Bardem, por Tom Cruise...

miércoles, 30 de marzo de 2011

HELLO DOLLY

    Llega la primavera, y mi agenda se llena de eventos. Mi amado Jim, se encuentra en la cama con ciática, lo que se convierte en un problema. Nuestra gran amiga Dolly, nos llamó ayer para invitarnos al Ciclo de Jazz del hotel Santo Mauro.

    - Rose, tenéis que venir. Es mi primera actuación en un festival de jazz y os necesito.

    - Tengo a Jim en la cama. Después de dos masajes y tres myolastanes, parece que mejora. Si no...empiezo con el whisky.

     - Además, no puedo pagar a una estilista.Confío mucho en tus consejos. Mañana nos vamos de compras.

     - No te preocupes, llamo a Ohli, me debe un favor.

     - ¿Ohli?, ¿esa amiga tuya de la talla treinta y cuatro?. Es un poco snob.

     - Es muy buena profesional, ya verás.

     Quedé con Ohli en el Cafetech del Petit Palace de la calle Jorge Juan. Dolly y yo, la mirábamos alucinadas: peinado perfecto, vaqueros pitillos de Salsa Jeans y cazadora roja con tachuelas. Deslumbraba sin maquillaje, sólo con rouge en los labios. Nos entraron ganas de cambiar el capuchino y los muffins, por un zumo biológico o algo así. Este tipo de mujeres, te hacen sentir culpables ante ingestas de quinientas calorías.

     Nos pusimos en marcha, recorrimos todos los outlets de la calle Lagasca, en busca del vestido perfecto.

    - Yo había pensado en un look a lo Billie Holiday, te quedaría muy bien unas gardenias en el pelo Dolly. Tengo en mi showroom unos zapatos de la antigua colección Jazz Club de Dior.

    - Ohli, este vestido de karen Millen, es precioso, pero no lo puedo pagar.

    - No te preocupes, tengo el cuarenta por ciento de descuento aquí. Me hacen el favor desde que me prestaron un vestido amarillo chillón. Se lo mandaron directamente a mi clienta. El portero me contó que se oían los gritos por todo el edificio. El vestido era para el funeral de alguien muy importante...Y encima, era vox populi que ella era su amante, desde hacía veinte años.

      - Bueno, tendré que arrastrar mi culo por todos los escenarios de Madrid para pagarlo. Lo que es cierto, que así vestida, más de un casado perdería la cabeza.

      - Orlando Bloom está casado desde luego...

      - ¿Orlando?.

      -  Si, se aloja en el Santo Mauro. Promociona su peli en España y ha venido sin Miranda...

    Ohli no debió mencionar a Orlando. Dolly está loca por él desde El Señor de los Anillos. Le excitan las orejas élficas. Estaba muy nerviosa una hora antes el concierto, buscaba sus gardenias por todo el camerino mientras apuraba su whisky.

       - Esta noche quiero ser como Billie Holliday, ¿pero dónde puse las putas flores del pelo?. ¿Dónde está Ohli?.

     Corrí por toda la calle Almagro y llegué justo antes de que cerraran Bourguignon. El florista me miraba sorprendido mientras yo guardaba el equilibrio sobre mis diors. La verdad es que la colección Jazz Club de Ohli, era espectacular. Doce centímetro de tacón justos. Hechos a mano en piel de pony, pobres caballitos...


    - ¡Señorita!, ¿algo más?. Estamos cerrando.

    La noche fue perfecta. Dolly estuvo maravillosa pero ni rastro de Orlando Bloom. Al final del concierto, estábamos hambrientas y nos colamos en la cocina del hotel a tomar vodkatinis y salchichas con los músicos.

    - Vamos Ohli, come un poco y suelta esa ensalada. No estoy enfadada, seguro que era un bulo lo de Orlando.

    De repente, la puerta de la cocina se abrió y justo cuando íbamos a salir por patas...

    - Hello Dolly. I love your voice so much. You are wonderful. Sorry, I'm Orlando.

    Seguro que para Dolly fue una noche inolvidable. Yo al llegar a casa, seguí dando masajes a mi maridito...con mucho amor.

miércoles, 23 de marzo de 2011

ME MUERO DE FRIO

    Siempre pasa lo mismo, el inicio de la primavera no suele ser muy caluroso.  He acabado comprándome un trench, que aún no he estrenado porque me muero de frio con él. Ni trench, ni minivestido de seda fucsia, ni bailarinas, ni broncearse en el Retiro en dos días. Hoy, veintitrés de marzo y primavera oficial, vuelvo a esconderme tras el paño de lana de mi abrigo.

    Hace dos horas, Rachel me llamó para que fuéramos a tomar el sol a algún parque.

    - Tú estás loca, ir al Retiro con doce grados de temperatura...

    - Pero acaba de salir el sol Rose, necesito un poco de color en la piel. ¡Ya es primavera!.

    - ¿Primavera?. Bueno, como sé que tienes una boda en quince días, te acompaño. Compro algo para almorzar y nos vemos donde siempre.



    - He traido algo de sashimi de Sushi Shop, y ponte protección, estás muy blanca.

    - Y yo un surtido de quesos franceses. Mira mi bikini nuevo, es de Guillermina Baeza. Lo compré en Privalia, por internet. ¿Te puedes creer que sólo me costara quince euros?.

    - Me lo creo, sobre todo por la poca tela que tiene. Es muy sexy...

    - Sería sexy si yo tuviera tus tetas.

    Allí estábamos las dos únicas gilipollas que tomaban sol en el Retiro.

    -  Hay un señor muy raro detrás de ese arbusto. Creo que es un salido. Tápate, que voy a decirle algo.

    - ¡Es usted un cerdo!. ¡Podríamos ser sus hijas!. Dios Rose, vámonos, se está sacando la colita.

     Como el apartamento de mi amiga Helena, nos quedaba muy cerca, nos presentamos en su casa buscando asilo político. Helena nos abrió la puerta con un chándal precioso de Stella Mccartney para Adidas.

    - Dame un vodkatini, necesito alcohol para olvidar al salido del parque. Por cierto, me encanta tu homewear Helena.

    - Sólo a vosotras se os ocurre poneros medio desnudas, con este día que hace...

    - Qué malo es ser pobre y no poderse broncear una en Brasil, como Dios manda. Tengo muchos eventos esta primavera. Mi marido presenta su nuevo disco en mayo, así que me bronceo y me mato de hambre. Aún no sé que ponerme para la súper fiesta que van a organizar en Loft39...

    - Pues ponte morena de forma artificial, en una cabina de tanning.

    - Te queda un horrible moreno color zanahoria. Cometí ese error en la boda de la hermana de Piti.

    - Hablando de Piti, se acercará en media hora. Me está ayudando con el protocolo de mi boda.

    - ¡Qué bien, reunión improvisada de chicas!. Rose, bajo al súper a por una botella de Absolut y algo de picar. Y todo gracias al señor de la pilila...

     - Recuerda Rachel, que hoy sólo como alimentos de color naranja. Sigo la dieta de los colores, como Eva Longoria o Jénnifer López. No tardes, tengo en el bolso el vogue de abril, con las tendencias para esta primavera. Le echaremos un vistazo todas juntas, como en Sexo en Nueva York.

    - Pues traigo salmón y punto. Tú y tus dietas...

    Allí estábamos las cuatro, comiendo salmón y bebiendo vodka. Yo con zumo de naranja, por lo del color. Creamos un pequeño debate sobre moda y estas fueron las conclusiones(a parte de una más, la resaca de vodka, es de las peores):

     Conclusión de Helena: aunque su chándal  es precioso, la colección primavera/verano de Stella Mccartney, es muy hortera. Ella que había roto el mito del inglés que no sabe vestir, nos presenta una colección llena de piñas y cocos. La bautiza como look tutty frutty, y se queda tan tranquila. Piti añade que no esta mal para unas vacaciones en Miami, aunque recuerda con tristeza que hace tiempo que no va.


    Conclusión de Rachel: reconoce que odia el estampado floral, no le gusta nada el look campesina chic. Yo le propongo que eche un ojo a la nueva colección de Vivienne Westwood. Aunque sólo Sara Jessica Parker puede lucir un vestido así. Desde Sexo en Nueva York, esta actriz es una continua fuente de inspiración.


    Conclusión de Piti: está triste porque esta Semana Santa no podrá ir a Marbella. Sin embargo, ha encontrado en Zara, unas imitaciones estupendas de las nuevas tendencias. El color madreselva, ha invadido su armario. Piti es la que más ha acertado. Y siempre es la que va más mona, a pesar de que tuvo que despedir a su estilista. Desde la crisis, esta mujer no gana para disgustos.


     Mi conclusión: si no me convencieron los pantalones capri, no me convencerán los monos. El mono es una extraña prenda que no favorece a nadie. Los odiaba en los ochenta y los odio ahora. Descartados totalmente. ¡Qué se los ponga Madonna!. O Belén Esteban.

      Conclusión conjunta: no tomes el sol en el Retiro, no sigas la dieta de Eva Longoria, no bebas vodka, no te pongas un mono, no es primavera aunque te intenten convencer y no somos alcohólicas aunque lo parezca.

martes, 15 de marzo de 2011

LA VITA E BELLA

    El pasado viernes, quedé a cenar en Tomate con Helena. Me pidió que le ayudara a organizar su despedida de soltera en Madrid. Quiere hacer una en Madrid y otra en Roma, con su nueva familia napolitana. Se la ve feliz. Radiante. Cuando se pasa página, por arte de magia, esa preciosa sonrisa de enamorada vuelve a tu cara.

    - Venga Rose, nadie mejor que tú, conoces los mejores sitios de Madrid. Yo estoy muy liada con el proyecto de decoración de una nueva discoteca en la calle Serrano. Me están volviendo loca con las putas camas balinesas. Que me digan claramente si la sala es un club de alterne...

    - Es mucha responsabilidad, pero lo intento. Jim me ha hablado de un sitio nuevo en la calle Toledo. Shokö o algo así. ¿Penes en la cabeza?¿Boys?.

    - ¡No!.¡Out, out, out! Quiero una fusión entre España e Italia. Algo divertido, como en Bienvenido al Sur.

    - Tendré que ver la peli.

    - No te estreses, tienes a disposición a todo mi equipo de ayudantes.Todo saldrá bien. Mi familia napolitana es muy divertida. Además son aristócratas con palacios en La Toscana. Jim y tú, vendreis en verano.

     A la semana siguiente, quedé con la asistente personal de Helena. Se llama Ohlalla, con h sonora, pero pudo llamarla Ohli, con h muda. Es rubia, de metro ochenta y pesa como cincuenta kilos. Se presentó en la cafetería con un minivestido de cuero negro y tacones de Jimmy Choo. Todos los hombres la miraban babeando mientras ella se contoneaba hasta mi mesa. Allí estaba yo, con mis vaqueros y mis converse. Me entraron ganas de ir al baño a vomitar el pincho de tortilla.

    Estuvimos un par de horas discutiedo sobre manteles de hilo, invitaciones y risottos. Por supuesto, ella intentó convencerme de que la pizza es vulgar.

    - Desde luego, para bebernos todos esos cosmopolitans, hay que tener la barriga llena. También debe haber vino de Chianti, arroz caldoso y cazuelitas de callos con garbanzos. La fusión es así.

    Ohli se quedó un poco horrorizada, pero a Helena le encantó la idea.

    - Ohli es un poco pija, pero es buena chica. Le diré que te compense con una tarde de compras. Estarás preciosa de Valentino para mi fiesta. Me estás haciendo un favor enorme. Es mi regalo de bodas.

    - No es nada. Por cierto, ¿qué es eso del comité de bienvenida?. Ohli me ha llamado esta mañana para mirar hoteles. Ah, ¿el regalo de bodas no te lo hago yo a tí?.

    - Sigo muy liada, mis cuñadas y primas políticas llegan dos días antes a Madrid. Necesito que hagais un plan de cuatro días para ellas. Son guapas, solteras y con ganas de marcha. No sé, Joy Eslava, flameco, tapas...¡ Por supuesto mi lista de bodas está en Beccara!.

    - ¡Helena por dios!, ¿desde cuándo no sales?¿desde el noventa y siete?. Todo eso es bastante hortera. Ohli y yo, hemos pensado alojarlas en el Room Mate Oscar y tomar copas en Chicote. También, llevarlas de compras a Ortega y Gasset y beber mojitos a las seis de la tarde. Ya reservé en La Broche para cenar. Pagas tú, no puedo permitirme ninguno de estos sitios y quería aprovechar para probarlos todos.

    - A mí, buscarme un spa para recuperarme de todo esto.

    Hace dos horas que llegaron a Madrid las italianas, y ya tengo la cabeza a punto de explotar. Imaginaos a diez mujeres gritando como locas en los probadores de Hermès. Nada mas recogerlas del aeropuerto, nos hemos ido a beber cerveza a las terrazas de Serrano. Van a arruinar a Helena en un día, no hacen mas que pedir jamón de Jabugo y botellas de Rioja. Menos mal que Eleonora, la hermana del novio, habla perfectamente español.

     - Rose cuore, mira que pañuelo de Hermès más bello. Te lo regalo, póntelo en la cabeza como Sofía Loren. Viola ha alquilado unas vespas para conocer la ciudad.


     - La verdad es que me dan miedo las motos...

     - No puede ser. Tú te montas conmigo, ahora toca cultura napolitana. Vamos a cenar en Piu de Prima esta noche.

     Nunca he pasado más miedo en mi vida, que con Eleonora conduciendo la moto. Volábamos por la Castellana mientras ella me explicaba por qué hablaba tan bien español.

     - Es una historia muy larga Rose. Fui molto tiempo amante de un político español muy importante. Me sacaba treinta años, yo tenía dieciocho. Estuve tan enamorada de él...

     - ¡No me digas!. ¿Qué pasó?.

     - Al principio tutto bene: vestidos, joyas y noches de pasión en el Palace. Despues de cinco años, el seguía sin dejar a su mujer y finito. Los hombres son unos porcos.

     - Lo siento Eli, no llores más por él y sobre todo mira hacia adelante.

     - Si claro, ya me olvidé de ése imbécil. Allora debe usar viagra...

     - No me refiero a eso, mira hacia adelante o nos estrellamos.

     Las dos reimos a carcajadas mientras el aire nos azotaba la cara. Fue un día muy divertido, esas mujeres me sacaban de quicio pero me hacían reir.

    - Helena, no te lo vas a creer, pero a una de tus cuñadas le han puesto una multa de trescientos euros por exceso de velocidad. Lo mejor es que el poli, se ha venido con nosotras a Piu de Prima. Ahora mismo se está pegando el lote con Eleonora. Creo que al final no habrá multa.

    - Son tremendas estas tías, no dejes que beban más lambrusco Rose. En una hora estoy ahí.


  - ¿Una hora?.Tengo a una tal Elisabetta vomitando en el baño porque debe ser la única italiana alérgica al parmesano. Por no hablar del pendón de Eleonora, dando el espectáculo con el policía. Y se me olvida lo mejor: dos de tus primas peleándose en Cavalli por el único bolso que quedaba de rebajas. ¡Como si no hubiera suficiente Cavalli en Nápoles, joder!. Tu novio viene de camino. No nos han echado del restaurante porque le conocen. Ohli está pagando la cuenta.

     - Rose lo siento mucho.

     - No te preocupes cuore, me lo estoy pasando genial. Me he bebido dos dry martinis y veo todo de color de rosa. Ni me importa que una de ellas, se haya quedado dormida sobre un plato de gnocchis.

      - Te estás volviendo una italiana en toda regla. Hago una cosa, te recojo en Piu de Prima y los más sobrios, nos vamos a tomar un gin tonic a De Diego. Llama a Jim y nos corremos una buena juerga.

      - No se si hay alguien sobrio aquí, salvo el policía, que está de servicio. ¿Nos llevamos al madero nena?.

      - ¡Claro bella!. Me he enamorado...

      Esa noche acabó siendo una de las más surrealistas de mi vida: Helena, Paolo, Ohli, Eleonora, el poli, Jim y yo. Bailamos salsa hasta las ocho de la mañana en el único sitio abierto que quedaba. Después de un café y tres chupitos de limoncello, el poli, llamado Alberto y natural de Cuenca, nos llevó a casa. Más tarde supe que Eleonora se lo llevó a una suite del Palace. Ya había superado su pena por el político, y podía hacer el amor con otro en el mismo sitio. Desde luego no hay que perder la espeanza: LA VITA E BELLA.