jueves, 14 de octubre de 2010

¡ PUENTES, PUENTES, PUENTES...!

   Quedaban ya muy lejos las vacaciones de verano en Santander. Por eso cuando Piti, una de mis mejores clientas, me invitó a pasar el puente del Pilar en su casa de Sotogrande no me pude resistir.

   - A ver Rose, ¿qué pintamos nosotros en un sitio tan pijo?.

   - Pero Jim, ¡si te encanta ese programa de televisión " Mujeres Ricas"!. Será como participar en el reality e incluso puede que nos hagan un reportaje. Piti lleva esperando la llamada de Hola desde hace una semana.

   - Salir en la sección de sociedad de Hola fué siempre mi sueño...

   - No seas irónico. Piti es mi mejor paciente y no podemos negarnos. Tienen una casa espectacular y nos invitan al campeonato de España de polo. Deja de quejarte que hay que prepararse un buen atuendo.

   - Sí claro, están las cosas como para meterte en La Martina de la calle Jorge Juán y hacer unas compritas je, je...

   - Sí es carísima, pero Rachel me ha contado que en el polígono industrial de Fuenlabrada, hay unas cuantas naves repletas de ropa de firma.

   - Todo falso por supuesto.

   - Ni se nota. Los chinos hacen unas imitacines buenísimas de las camisas y los polos. Mañana te cojo el coche y me voy con Rachel a  Fuenla.

   - Estaís locas de remate...

   - Te traeré un polo.

    - Si rosa, pero con la bandera argentina. No quiero parecer que me voy directo a abuchear a Zapatero al desfile del doce de octubre.

    - Tú rieté. Compórtate un poco por favor.

   Al día siguiente me dirigía a Fuenlabrada en busca de mis prendas de marca. Ya me imaginaba bebiendo fino al sol de Cádiz. Con mi preciosa blusita de La Martina anudada a la cintura, vaqueros y unas botas Hunter. Pareceríamos el matrimonio de moda: la joven empresaria y el artista elegante y creativo. A Piti le encantará tener entre sus amistades a la esencia del  boho-chic.


   


    - Sé que por eso nos han invitado. Mi amiga debe estar harta de amigas anoréxicas bañadas en botox. Necesita un toque bohemio y transgresor que la entretenga.

   - Puede ser, oye no me suena nada esta zona. Creo que nos hemos perdidos.
 ¿ Te a cuerdas que hace dos años hubo casos de tráfico de órganos en polígonos industriales?.

    - ¡ Coño no me asustes así !. De todas formas también me dejaría un riñón si me comprara la ropa en la tienda original.

   Cuando nos bajamos del smart , salieron a nuestro encuentro un montón de chinos a ofrecernos de todo: bolsos de Gucci, zapatos de Salvatore Ferragamo, cinturones de Loewe.

   - Ya que estamos, echamos un vistazo.

   - Eso Rachel, anímate un poco. Seguro que aquí encontramos algo que merezca la pena, por ejemplo, un falso birkin de Hermés. ¡Sin lista de espera y por menos de veintemil euros!.

    Allí estábamos, en una fría nave sin pizca de glamur. Nos enseñaron muchos bolsos pero, entre esas feas paredes grises, perdían totalmente su lustre. El falso birkin me decepcionó tanto cuando comprobé el material sintético del que estaba hecho, que noté como una lagrima se me escapaba.

   - Esto es cómo pegarle un tiro a la moda. Una alta traición a todo lo que adoro. Lo siento, de momento no me gusta el plástico.


   -Pero ser buen plástico señora. Apenas notar diferencia. Ustedes hacerme perder tiempo. ¡Compre el birkin!.

   -¡Por encima de Hermés!. Joder salgamos corriendo de aquí. Creo que al fondo de la nave hay tres pitbull con ganas de marcha.

   Y así acabó nuestra aventura en el mundo de la copia. Ya os contaré como fueron mis fabulosas vacaciones en Sotogrande. Desde luego el comienzo fué movidito...

 
   

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