jueves, 28 de octubre de 2010

PON UN ESTILISTA EN TU VIDA.


   Tener un buen estilista es algo fundamental para sobrevivir en Madrid. Esta ciudad tan exigente, obliga a no descuidar ningún detalle: ni tuyo ni de tu negocio.

   Tras cinco años de apertura de mi clínica, empezaba a sospechar que su look estaba totalmente out.

   - Rose, siento mucho decirte esto, pero me relajo mucho mejor en esas nuevas cabinas de masaje en plan minimalista. Hay una clínica en Serrano totalmente blanca. La ha diseñado Leo Ortega y es lo más...

   - Y lo menos...carece de personalidad Piti. ¿Ya no te gusta lo oriental?.

   - El feng-shui pasó de moda hace año y medio. Y los budas sentados ni te cuento. Cuando me doy un masaje quiero relajarme y no rezar.

    - Vaya...me tienes que pasar su número de teléfono. Y dile que me haga un buen precio.

   Ahora resulta que mi negocio también tiene que seguir las tendencias. Esa misma tarde me puse en contacto con Leo.

    - Cari, pues claro que lo zen ya está muerto. ¿En qué mundo vives?. El aspecto de tu clínica debe ser tan importante como el tuyo. Me paso mañana y te cuento. Te lo dejo muy barato, por ser amiga de Piti a sesenta euros la hora y sin lista de espera.

    Leo no vio la cara de imbécil que se me quedó tras colgar el móvil. A la mañana siguiente se presentó con una sonrisa de oreja a oreja.

   - Será capullo...

   - ¿ Decías cari ?.

   - Nada, nada...¿un té?.

   - Nada de té. Vuelve el café y las grasas trans. Consígueme unas porritas y seré tuyo cari.

   - Me he perdido...

   - La gente está cansada de lo sano. Todo el mundo anda estresado, a dieta y con cara de "sirope de arce". Hartos de sushi, pilates y de caminar con esas zapatillas tan horteras.

   - ¿Las MBT?.

   - O como coño se llamen. Apunta cari: minimalismo, relax de verdad y bombones en la recepción. Nada de comerse el coco por todo. Tus pacientes no necesitan sentirse culpables cuando vengan, necesitan evadirse de las obligaciones.

    - Piti tenía razón, eres rompedor. Estoy totalmente de acuerdo, lo que realmente necesitamos es volver a ser felices: saltarnos la dieta, emborracharnos un lunes y darnos un masaje sin tener que escuchar ruidos de la naturaleza mientras apesta a incienso.

    - Veo que me sigues...



   Y tanto que le seguí...Por todo Madrid. Pintura blanca y plateada para las paredes. Cristal templado, música jazz en las cabinas, pralinés, ambiente aséptico y sin remordimientos. Ahora mis pacientes soñarían con el cocido madrileño del domingo y no con la clase de spinning del gimnasio. Leo también cambió los uniformes por unos totalmente chic, pero supe pararle los pies cuando me aconsejó unos Manolo Blahnik como calzado de trabajo. Después de diez mil euros, reinaguré mi clínica. Cómo no, Leo me aconsejó agasajar a los clientes con un cóctel a base de frituras y jamón ibérico...

2 comentarios:

  1. Genial, divertidísimo! Me lo he llevado al FB con tu permiso!

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  2. Divertidisimo, lleno de chispa. Me ha encantado!

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